Lo sé porque no me mete al horno y eso solo puede ser por dos cosas: o no tiene tiempo o no tiene cabeza. Sí la cosa es cuestión de tiempo vendrá pronto a cocinarme, pero si es su cabeza tardará un poco. Y es que ella prefiere no andarme amasando cuando está de malas. Luego me quemo o salgo con formas horrendas y se la agarra conmigo, o consigo que es peor; empieza a renegar y decir que es muy estúpida y eso a mí no me divierte.
Así que bueno, le tendré paciencia, si algo puedo agradecerle es que siempre que me prepara para una horneada, espera el momento indicado para hacerme con amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario